martes, 29 de noviembre de 2016

Homenaje a Chapecoense

Festejando la clasificación para la final. Hace tan solo 5 días.

No sé porqué, pero la tragedia de Chapecoense me ha dejado mal todo el día. Ello no significa que no me importen otras desgracias que ocurren con mayor frecuencia de las que somos capaces de reconocer (y asimilar), pero esta me dolió mucho. De hecho, me siento fatal mientras escribo estas líneas, aunque bien como humilde homenaje, bien como desahogo propio, siento la necesidad de expresar lo que siento. Lo único que espero es no ser demasiado torpe con ello, así que allá vamos...

La primera vez que leí o escuché algo sobre el Chapecoense fue en 2013, creo que a través de Alberto Zaragoza (@Albertigues) y Rodrigo Lacal (@RodrigoLacal), colegas con los que comparto la pasión por el fútbol brasileño. Ellos son más conocedores que yo, por eso sabían de las peripecias de los clubes humildes que pueblan los múltiples estaduales que dan acceso a la Serie D. Así, cuando les leí que sería maravilloso que Chapecoense ascendiera fue el primer y único año que disputaron la categoría de plata, el mencionado 2013.

Nunca habían llegado tan alto. De hecho el club nace como una fusión de otras dos entidades menores de la ciudad a mediados de los 70. Durante las siguientes décadas sus mayores éxitos fueron tres campeonatos catarinenses, un clásico bastante modesto dentro del gigantesco mundo que supone el fútbol brasileño. Así, si hace apenas un lustro se estrenaban en la C, en tan solo una temporada alcanzarían la B, necesitando el mismo lapso para conseguir un sorprendente ascenso a la A donde se encontrarían con rivales míticos como Palmeiras, Santos, Flamengo, Grêmio, etcétera.

La gesta de por sí ya era memorable, algo que ni los más viejos del lugar olvidarían. Como era previsible la máxima categoría se les iba a hacer muy dura. Comenzaron mal, aunque poco a poco fueron tomando el pulso competitivo hasta llegar a final del curso con opciones de salvación. Tal fue la remontada que prácticamente a falta de dos jornadas para la conclusión del Brasileirao obtuvieron la salvación tras derrotar a mi Botafogo. Recuerdo mi estupefacción y sufrimiento ese día, ya que ni ante un equipo así fuimos capaces de dar la cara.

El premio llegó con la clasificación para la Copa Sudamericana del año siguiente. Superaron tanto a sus compatriotas del Ponte Preta como al histórico Libertad paraguayo. Después les apearía el poderoso River Plate (vigente campeón continental por entonces), a la postre semifinalista del torneo. Ese 2015 consiguieron salvarse de nuevo, esta vez con un poco más de margen, así como otra oportunidad para disputar una copa internacional.

Novenos en el Brasileirao 2016 que está a punto de concluir, de no haber perdido contra el campeón Palmeiras aún conservarían opciones de disputar la Copa Libertadores del año que viene. Sin embargo ninguna alegría era mayor que lo que les debía esperar al llegar a Colombia. En silencio, fueron superando etapas en la Copa Sudamericana hasta alcanzar una final a todas luces inesperada por la cual batieron por el camino a Cuiabá, Independiente de Avellaneda, Júnior de Barranquilla y San Lorenzo. 

La pasada noche 81 personas salieron desde Bolivia dirección Medellín, Colombia, adonde les esperaba Atlético Nacional para la ida de la final. Casi todas las personas que iban en el avión fallecieron, desde pilotos, azafatas, periodistas, directivos y deportistas, con tan solo 5 supervivientes, de los que ya ha perdido la vida también Danilo, uno de los porteros que aún respiraba cuando llegó al hospital. Muchas familias y amigos han quedado destrozados, ellos son los más afectados sin duda. Pero el efecto multiplicador y de llamada que tiene este deporte, su identificación social, ha hecho que los 210.000 habitantes de Chapecó, en Santa Catarina, se encuentren consternados en estos momentos en que los que portaban su ilusión por obtener su primer título grande se marchan para siempre al cielo como campeones de nuestros corazones. 

Forza, Chapecoense.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Un paso atrás, un paso adelante

Alegría y decepción, todo en una misma imagen.
Hoy todos tienen en boca la victoria deportivo-social-política de México en suelo estadounidense, un país en el que no vencía a sus adversarios desde hace cuatro décadas en el marco de las eliminatorias mundialistas. Es un triunfo que hace feliz a mucha gente, incluido este redactor. República Checa parece espabilar, Polonia prosigue por su buen camino con un claro triunfo en Rumanía mientras Inglaterra venció sin problemas en Wembley a Escocia, en otra edición de un clásico cada vez más descafeinado. Aún resuenan los ecos del sorprendente triunfo peruano en Asunción goleando a una (ya no) siempre segura Paraguay, aunque es Argentina la que se relame de sus heridas ante el varapalo encajado ante Brasil. Por su parte, Libia y Túnez abrieron fuego ayer en África con victoria tunecina. Pero estas no serán nuestras historias de hoy, ya que nos centraremos en dos encuentros quizá no tan llamativos, aunque no por ello menos importantes.

ARMENIA 3 MONTENEGRO 2
Muchos palos se habían llevado los armenios hasta ahora a tenor de sus anteriores encuentros en la fase clasificatoria. No realizaron mal papel en las visitas a Dinamarca y Polonia, cayendo en ambos casos por la mínima ante selecciones superiores. Sin embargo el 0-5 encajado en casa ante Rumanía parecía certificar el fin de una época breve mas intensa en la que todos en el país caucásico soñaron no hace tanto con lograr el pase a un gran torneo. Ayer, para más inri, recibían a un líder que persigue ese mismo sueño desde hace aún más tiempo, habiéndolo rozado ya en varias ocasiones. 

El primer tiempo fue un monólogo montenegrino. Esperando atrás a su rival, el conjunto balcánico lanzaba contras muy directas que surtían efecto en la zaga local, a menudo superada por sus propias carencias. De este modo se llegó al descanso con 0-2 merced a los tantos de Kojasevic y Jovetic. Nada fuera de lo normal, pues el colista seguiría siéndolo a la vez que el líder afianzaría aún más su posición.

Algo debió suceder en los vestuarios del Vazgen Sargsyan Republican Stadium, ya que Armenia regresó de los mismos con un espíritu renovado de lucha que pronto les hizo recortar distancias mediante Grigoryan, que culminó una buena jugada colectiva. El duelo transcurrió durante un buen rato en una calma tensa, conocedores ambos equipos de lo que cambiaría todo si volvía a darse un tanto. Y sucedió, pues a los 74' de juego Haroyan aprovechó un lamentable error del portero visitante para igualar el marcador. Eso sí, Montenegro gozó de una ocasión inmejorable para recuperar el terreno perdido cuando Jovetic recortó al arquero Belgraryan y...  Mkoyan le sacó el chut bajo palos. El golpe definitivo llegó sin tiempo para reaccionar, de la manera más cruel. Con todo el pescado vendido, un latigazo lejano de Ghazaryan (al más puro estilo Schwarzenbeck) dio un triunfo memorable al conjunto armenio. Esta por ver cómo reacciona Montenegro, pero a su traspiés hay que sumar las victorias de sus rivales por la clasificación, Polonia y Dinamarca.



HONDURAS 0 PANAMÁ 1
Unas horas más tarde, del otro lado del charco, daba comienzo el Hexagonal en la CONCACAF. Como ya mencionamos antes, México derrotó 1-2 a USA, llevándose también una alegría el combinado costarricense ya que se impusieron 0-2 ante Trinidad y Tobago. La competencia daba comienzo en San Pedro Sula, con Honduras, bien experimentada en estas lides, recibiendo a una Panamá que lleva años intentando dar un golpe que nunca acaba de llegar.

Una liguilla tan igualada exige hacer de la casa propia un fortín, intentando arañar fuera algún punto que permita soñar con ubicarse entre los tres primeros (clasificación directa) o alcanzar al menos la cuarta posición que permita una nueva oportunidad en la repesca intercontinental. Por ello resulta tan chocante lo que acaeció ayer, por extraño y poco habitual. Honduras y Panamá ya se enfrentaron dos veces en suelo hondureño en la pasada eliminatoria (se encontraron en dos fases diferentes), con saldo favorable para La Marea Roja, que fue capaz de arrancar cuatro puntos de seis posibles.

Una vez más, el país catracho volvió a dar suerte a Panamá. A los 20 de juego una falta en la frontal permitió a Escobar adelantar a los suyos sirviéndose de un error garrafal de la barrera. Hasta ahí, y también desde entonces, los hombres de Jorge Luis Pinto fueron superiores a los de su compatriota el ''Bolillo'' Gómez (ambos colombianos) sobre el césped, aunque nunca pudieron agitar de nuevo el marcado pese a las muchas ocasiones de las que gozaron. También tuvieron algunas los panameños en varias contras muy claras que no supieron o no pudieron culminar, aunque qué duda cabe que poco les debe importar eso ahora tras llevarse tres puntos tan importantes.


Su siguiente reto será frenar a México la noche del próximo martes, un envite al que los dos seleccionados llegan con el ánimo por las nubes. Por su parte, a Honduras le queda luchar por recuperar el terreno perdido en casa ante Trinidad & Tobago. Suena duro decirlo, pero un nuevo traspiés de cualquiera de los dos comprometerá bastante su situación apenas en la segunda jornada, si bien así es la salvaje competencia en la CONCACAF.

jueves, 27 de octubre de 2016

Campeones un 26 de octubre

Ayer dos equipos se proclamaron campeones de sus respectivas Ligas, el Astana mantuvo su dominio de las últimas temporadas en la Liga de Kazajistán y el Malmö hizo lo propio en la Allsvenskan.

Al Astana le valía un empate en su visita al Okzhetpes y eso fue lo que logro, un empate a cero que le da el titulo a falta de una jornada. Es su tercer titulo liguero consecutivo aunque este año el Kairat Almaty no se lo ha puesto nada sencillo, el equipo que tiene en sus filas a jugadores como Arshavin, Tymoshchuk, el español Cesar Arzo y el goleador marfileño Gohou peleó hasta el final pero pago caro su flojo inicio de Liga. Por el contrario el Astana ha sido más regular y ha comandado la Liga desde el inicio, en el tramo final supo administrar su ventaja a pesar de perder sus últimos dos duelos ligueros ante el Kairat Almaty.

El Astana se ha vuelto un habitual en las competiciones europeas haciendo valer el factor campo, la temporada pasada alcanzó la fase de grupos de la Champions League y no perdió en el flamante Astana Arena ni contra el Galatasaray, el Benfica o el Atlético de Madrid, mostrándose como un equipo muy incomodo y bien organizado defensivamente. Esta campaña está disputando la fase de grupos de la Europa League tras caer en la previa de la Champions ante el Celtic en una eliminatoria muy igualada, y tampoco ha perdido como local.

Se trata de un club muy joven, fundado en 2009 con el objetivo de ser el dominador del fútbol kazajo y de la mano del entrenador búlgaro Stanimir Stoilov lo está consiguiendo. Tiene la mejor defensa del campeonato y algunos extranjeros de cierto nivel como los serbios Maksimovic y Despotovic, el ghanés Twumasi, el congolés Junior Kabananga o el colombiano Roger Cañas.

Al Malmö le han sobrado dos jornadas tras vencer ayer por 0-3 al colista Falkenbergs y aprovecharse de la derrota del Norrköping en campo del Elfsborg por 2-1. Tras la sorprendente derrota del pasado sábado por 0-3 ante el Ostersunds, el Malmö se presentaba al partido de ayer con muchas bajas pero no tuvo problemas ante el peor equipo de la categoría, al minuto ya ganaba con gol del noruego Berget y a los 20 minutos el joven Svanberg hacia el 0-2, en la segunda parte completo la victoria con el tercer gol obra del delantero Jeremejeff, incluso se permitió el lujo de fallar un penalti por parte de Berget. No hubo nada de emoción durante el partido y cuando se confirmó la derrota del Norrköping hubo invasión de campo por parte de los hinchas del Malmö al final del choque.

Tras un inicio algo titubeante el Malmö pronto se asentó en la zona noble y ha sido líder en la mayoría de las jornadas, haciendo buenos los pronósticos que lo consideraban el gran favorito al titulo al disponer de la mejor plantilla. En el mercado veraniego perdió a su goleador islandés Kjartansson que fue vendido al Maccabi Tel Aviv, curiosamente a pesar de llevar muchas jornadas sin jugar sigue siendo el máximo goleador del torneo con 14 goles, pero su sustituto Jeremejeff ha cumplido bastante bien.

Su grandes rivales han sido el Norrköping y el AIK. El actual campeón tuvo más salidas importantes en verano que sus rivales, como las de Kujovic (Gent), Traustason (Rapid Viena) y Nyman (Braunschweig), debilitando bastante al equipo y en el tramo final lo ha pagado. Su derrota por 1-2 hace unas pocas jornadas ante el Malmö acabó inclinando la balance definitivamente. Mientras el AIK que ha hecho una gran segunda parte de la temporada tras un mal arranque, perdió sus remotas opciones al titulo al perder el lunes en campo del Göteborg por 1-0, destacar al jovencísimo delantero Alexander Isak que con 17 años ha sido la sensación de la temporada.

Las grandes decepciones del Malmö este año se las ha llevado en la Copa sueca que es su competición maldita, no la ganan desde 1989, y este año perdieron la final de la edición 2015/16 ante el Hacken por penaltis jugando en su propio estadio, esfumándose además la última opción para jugar competición europea esta campaña, y en la actual edición  cayeron eliminados en segunda ronda de manera sorprendente por el Landskrona que milita en la 3ª división.


Con este nuevo título de Allsvenskan el Malmö ha ganado tres de las últimas cuatro ediciones (también venció en 2010), completando un claro dominio en la Liga local. Además ha disputado la fase de grupos de la Champions League en la 2014/15 y 2015/16, y ese será otro gran objetivo para el año próximo. 

sábado, 22 de octubre de 2016

Milán se rebela ante el déspota

Locatelli, feliz por su tanto.
Algo se rompió hace diez años cuando se destapó el Calciopoli. La Serie A perdería prestigio, poderío deportivo y económico para no volver a recuperarse del varapalo hasta el momento. Desde aquel momento han ganado un par de Champions por ninguna Europa League. No mucho antes atemorizaban al Viejo Continente con el brillo de sus estrellas, sus defensas impenetrables, la intimidación de la Vecchia Signora en el vetusto Delle Alpi, el miedo que infligía San Siro, el temblor que provocaban no ya lombardos, piamonteses o laziales, sino también un Parma o Sampdoria de la vida. Ahora solo queda la Juventus.

Los bianconeri son los vigentes campeones. Como el año anterior. Y como el otro. Y así desde que el 2012 recuperasen el cetro tras seis años en Milán, con un descenso de categoría de por medio, pero también con una catarsis que les ha llevado a convertirse en un modelo de gestión ejemplar e intachable, el molde sobre el que edificar el fútbol italiano del Siglo XXI, algo en lo que sus rivales siguen a la cola. Esto, cuya parte deportiva está claramente estructurada en un plan muy conciso y estudiado, les lleva a ganar sí o sí, por inercia, por calidad o por incompetencia del resto.

Todo esto viene a colación porque hace unas horas han vuelto a visitar San Siro, como el mes pasado. Aquella vez cayeron ante el Inter con el verano tocando a su fin. En esta ocasión, ante un Milan que estos años negros atraviesa una crisis aún peor que la de su rival ciudadano (que ya es decir), comandado por Vincenzo Montella, que está llevando muy dignamente a una plantilla hecha de remiendos a situarse a tan solo dos puntos del liderato del campeonato.

Sí, el Milan cuyo once probablemente no tendría ni a uno solo de sus integrantes entre los suplentes de esa misma institución hace una década (el equipo de los Seedorf, Pirlo, Kaká, Maldini, etcétera), batió al gran ogro nacional, a esa nave que parece inalterable, gracias al buen trabajo colectivo coronado por el aplomo de un sensacional Donnarumma bajo palos y por el descaro de Locatelli, héroe con su golazo de una victoria que no lograban los rossoneri ante los de Allegri desde hace años. Dos niños que hoy son la esperanza de un futuro mejor, algo que anhelan ambas vertientes en una ciudad que necesita volver a sentirse futbolísticamente importante, y que desea el Calcio con todas sus fuerzas para que el esplendor del pasado vuelva de su mano.


Por cierto, ese par de Champions que han alzado los clubes italianos desde 2006, aquellas que mencionaba al principio de este artículo, las lograron los dos alicaídos gigantes milaneses. Cualquier otro tiempo fue mejor para ellos, si bien su orgullo no se cuestiona.

martes, 4 de octubre de 2016

Un gran Palmeiras se acerca a su sueño

Felicidad ante un triunfo laborioso
Más de una vez hemos tenido que hablar en el Café estos últimos años de los altibajos del histórico cuadro paulista, alternando desde que comenzase este siglo un par de dolorosos descensos con otras tantas Copas do Brasil (de hecho son los vigentes campeones) y algunas clasificaciones para la Copa Libertadores. Pero cuando un club es tan grande como lo es el Verdão solo los títulos más importantes colman la satisfacción de jugadores e hinchada. 

Por eso en esta ocasión, tras 22 años sin hacerse con el Brasileirão, Palmeiras aprieta con todo para volver a coronarse campeón nacional, pudiendo de paso desmarcarse de Santos como institución con más ligas en todo Brasil. Invictos en liga desde que cayeran derrotados ante Botafogo en julio, los hombres de Cuca no bajan el ritmo conscientes de lo esencial de cada punto, especialmente ahora que tras imponerse anoche a Santa Cruz ya restan tan solo 10 jornadas. La ventaja, eso sí, no les permitirá muchas alegrías.

El choque fue especialmente bonito e intenso, repleto de alternativas pero con el líder llevando siempre la iniciativa tanto en el juego como en el marcador. Tras varios intentos infructuosos, Zé Roberto adelantó al Verdão con una preciosa vaselina apenas sobrepasada la media hora de juego. Su primer tanto este curso sirvió para que los suyos se marchasen con la victoria parcial al descanso. Al regreso de vestuarios, Santa Cruz se entonó consciente de que otra derrota les pondría muy complicada la salvación. Así, Arthur igualó con un golazo a los 56' para algarabía de la torcida local.

Era un palo duro, sobre todo porque Palmeiras había tenido ocasiones suficientes para sentenciar a esas alturas. Por tanto, tocaba remar de nuevo. Gabriel Jesús, muy activo toda la noche, lo intentó de todos modos sin fortuna. Sin embargo sus desequilibrios propiciaron la ocasión para que Leandro Pereira remachase a placer el 1-2. Los locales no se vinieron abajo, aumentando la intensidad para colocar de nuevo las tablas poco después al transformar Grafite un penalti cometido sobre Arthur.

No obstante si algo está marcando la diferencia entre este equipo y sus perseguidores es su fortaleza mental. Volvieron a arremangarse, pelearon como si nada de lo anterior hubiera sucedido, y llegó el gol como recompensa por medio de Roger Guedes. La victoria ya era suya, quedando el título un pasito más cerca. Si lo consiguen, nunca olvidarán noches como esta.



Su principal perseguidor es Flamengo, que había vencido 8 de sus últimos 9 encuentros en el campeonato (empatando únicamente ante el propio Palmeiras), pero unas inapropiadas tablas en su visita al São Paulo les colocan a tres puntos de la cabeza. Ello sumado a la sorprendente derrota (y eliminación) en casa ante Palestino por la Copa Sudamericana el pasado miércoles abre una brecha en un acorazado que parecía inalterable. Resolver las dudas permitirá saber si continúan en la pugna o les afecta anímicamente los dos traspiés consecutivos. Reseñar que su calendario es durísimo, especialmente en comparación con el de sus rivales.

El tercero en discordia es Atlético Mineiro, que llega embalado a la recta final aunque lastrado respecto a sus adversarios dada su irregularidad a domicilio. A su favor tiene que recibirán tanto a Palmeiras como a Flamengo a pocas jornadas de la conclusión, por lo que si mejoran sus prestaciones a domicilio puede que esos 5 puntos en las 10 jornadas restantes no supongan mayor problema.

Sea como fuere, la recta final del Brasileirão promete emociones fuertes un año más, con los tres grandes mencionados en la pugna por el título, la pugna entre Santos y Fluminense por la cuarta plaza (At.Paranaense, Corinthians y Botafogo lo tienen algo más lejos aunque no imposible) así como la apasionante pelea por la salvación, algo que parece alejársele cada vez más a América Mineiro y a Santa Cruz, toda vez que Internacional, Cruzeiro y São Paulo no deberán confiarse para evitar un doloroso descenso.

lunes, 4 de julio de 2016

Los mejores y los merecimientos

El concurso de Williams fue determinante ante Bélgica
Tres encuentros restan para concluir la Eurocopa 2016 después de que Francia destrozase contundentemente los sueños islandeses de la mano de su pléyade de estrellas. ¿Han llegado a semifinales las 4 mejores selecciones del continente? En las copas, dado su desarrollo en el que sorteos y cruces determinan 'finales adelantadas' y que cenicientas puedan llegar lejos, no siempre es así. Sin embargo, que no sean los mejores no significa que no lo merezcan. ¿Ha hecho méritos para eliminarles alguna de sus rivales? ¿Han sido superiores o desafortunados? ¿Debemos lamentar la ausencia de algún gran combinado europeo? Acaso la apasionada sobriedad italiana, el desembarco vikingo islandés, el atractivo del vértigo polaco. Todos ellos podían haber sido justos semifinalistas, pero no más que aquellos que ya están.

¿Portugal? Esto se trata de sobrevivir. No han ofrecido ninguna exhibición, pero a su modo han entretenido con su talento desordenado y salvaje. Su primera fase fue un continuo despropósito sobre como generar mucho para obtener muy poco. Austria, Islandia y Hungría sufrieron su asedio, aunque únicamente los húngaros encajaron varios tantos lusos en un día desesperado. Con ello solo les dio para empatar en la única tarde no aciaga de Cristiano Ronaldo de cara a puerta. Pero ahí están, sobreviviendo a una fase de grupos peligrosa, a una Croacia que se iba a comer el mundo (dolorosa decepción) y a la mejor Polonia desde hace tres décadas. 

Ahora se enfrentarán a Gales. Enorme equipo, mayúsculo teniendo en cuenta el nivel de la plantilla así como el origen de la mayoría de sus integrantes. Williams es un cumplidor que lucha a destajo, Ramsey manda con una jerarquía que pocas veces aporta en su club, Hennessey se muestra casi infranqueable, Joe Allen evoca a sus mejores tiempos en el Swansea, Robson-Kanu, ya sin equipo, se muestra como un goleador despreocupado; y por último está Gareth Bale, líder, estandarte absoluto de algo irrepetible. Tanto, que Gales en su debut ya ha igualado la mejor marca de cualquier selección británica en su historia (Inglaterra en 1996). Es difícil que superen lo logrado (tampoco parecía sencillo apear a la irregular Bélgica), pero mucho más complicado ha sido llegar hasta aquí. Con todo por ganar, se dejarán el alma ante Portugal.

Del otro lado los alemanes por fin pudieron superar a Italia en un gran torneo de selecciones. Lo hicieron con lo justo, en los penaltis, tras estar en la cuerda floja dependiendo más de los incomprensibles lanzamientos de Zaza o Pellé así como la inspiración de Neuer. Para ellos se aplica lo mismo que para los transalpinos: eliminarles es jodidamente complicado, casi independientemente del momento por el que pase el equipo, de la coyuntura del talento, de lesiones o maldiciones. Su marca histórica es tan poderosa que siempre van a competir, sean Baggio, Matthaüs, Giaccherini o Khedira quienes vistan esa zamarra. Decíamos pues que la campeona mundial sigue adelante. No han brillado, pero la cantidad y calidad de recursos que lucen, además de su extraordinario carácter ganador, les convierten en el favorito número 1.

Solo Francia puede discutir la última afirmación, aunque aseverar esto me parece muy atrevido. A veces ciertos intangibles pesan mucho en el deporte. Por ejemplo: Francia ha ganado en casa los dos últimos torneos que ha organizado (Euro 84 y Mundial 98), dejándose llevar en volandas por su entusiasta público. De mediocampo hacia arriba tiene argumentos irrebatibles, pese a Giroud. Su punto débil es una zaga que sostienen el vigor de Rami y un por ahora correcto Koscielny, pero que ha dejado lagunas breves aunque terribles en todos los encuentros disputados por Les Bleus hasta el momento. Me cuesta imaginar que puedan frenar a los Mario Gómez, Müller, Draxler o Kroos, aunque en fútbol nunca se sabe, y Francia de local es capaz de todo.


Para concluir una imagen que nos habla de lo que es Islandia: la fusión entre jugadores e hinchas, todos a una para disfrutar de la fiesta del fútbol. Porque no se confundan, esto es lo mejor del deporte, no esos descerebrados hooligans (da igual su nacionalidad) que se aprovechan del fútbol para dar rienda suelta a la violencia. Gracias Islandia por la ilusión y por la lección. Sois grandes.

lunes, 27 de junio de 2016

Italia constata el agotamiento español

Chiellini, titán y verdugo.
Los amistosos no solo desilusionaron, como a mucha gente la lista. También constataron que cualquiera nos podía dañar. ¿Un día tonto lo de Georgia? Podía ser, pero cuando sucede con tanta frecuencia es que algo pasa, como en otros choques no oficiales de los últimos tiempos como ante Holanda, Francia y Alemania. Tampoco es cuestión de dramatizar, se trata de disfrutar con nuestros deportistas en un evento festivo que reúne a lo mejor del continente. Pero a todos nos apetece aquello de "el equipo de todos", eso que maniquearon en tiempos victoriosos una cohorte de malos periodistas para apoderarse del discurso y el sentimiento.

Llegábamos a octavos tras el último traspiés ante Croacia, como a contrapié. Vivos, sin miedo de Italia, decían, la cual era pésima, jugaba mal y era inferior a nosotros, decían. ¿Qué puede salir mal cuando el equipo llega renqueante y el entorno ningunea a una tetracampeona mundial que históricamente nos ha pintado la cara? Con el mismo once que en los tres enfrentamientos de la primera fase, la selección encaró a una Italia que ya en el primer minuto advirtió. No era la lluvia que caía fuerte sobre la capital francesa, si no el comienzo del baño italiano. Comenzó apretándonos arriba, creando un flujo de ocasiones insospechado que solo De Gea y el poste evitaron que fructificase. Sin embargo tanto fue el cántaro a la fuente que terminó por romperse.

Dramáticamente sólo Piqué fue a despejar el rechazo del portero español, mientras de entre los tiburones transalpinos Chiellini llegó el primero para subir al electrónico el 1-0. Ya no amagaban, ahora el tortazo era real. Afortunadamente para España, el marcador no se movió más antes del descanso. Podíamos estar eliminados a esas alturas, pero el portero y el desacierto italiano de cara a puerta lo evitaron. El segundo tiempo no nos privó del bochornoso espectáculo de Sergio Ramos, por si habían quedado dudas tras su pésima actuación ante Croacia. Tampoco pudimos ver a Koke ni a Thiago, jugadores que nos hubieran permitido batir líneas, avanzar, traer frescura ante la desidia de Silva y la intrascendencia de Cesc. Iniesta, solísimo, poco pudo hacer hasta que entró Lucas Vázquez, que puso junto a Aduriz la voluntad que hizo falta en la tarde parisina y que tanto les sobró a los italianos, pues no solo nos superaron en una excepcional demostración táctica, también, e incuestionablemente, en la actitud, algo que ha resultado determinante y muy llamativo.

Italia, seria desde el primer día ante Bélgica, está cimentando su camino en la base defensiva de la Juventus: Buffon en el arco, Barzagli, Bonucci y Chiellini por delante. Sobre su solidez juega un equipo que hoy quitó el balón a España durante casi todo el primer tiempo, que le descosió atrás de varias maneras diferentes poniendo sobre el césped su trabajo, su creencia, su calidad y su solidaridad. El triunfo azzurro ha sido incontestable a todas luces, superando a España en todas las facetas del juego e incluso quedándose corta en el marcador merced a lo acontecido sobre el tapete de Saint Dennis.

La Confederaciones de Brasil 2013 fue un importante aviso que alguien inteligente hubiera interpretado como que debían realizarse cambios estructurales importantes en el combinado nacional. El seleccionador jubiló a Arbeloa, de los tipos más profesionales y comprometidos que recuerdo. Un año más tarde, en el mismo país, Países Bajos (u Holanda, al gusto del consumidor) nos resquebrajó con un 5-1 alucinante. Luego Chile certificó nuestra defunción. Del Bosque no cambió nada. Al más puro estilo Rajoy dejó que el tiempo, de algún modo mágico que solo parece caber en su cabeza, curase las heridas. Se retiraron dos pilares centrales como eran Xabi Alonso y Xavi. Pese al hueco que necesitan y lo mucho que pueden aportar los Thiago, Isco o Saúl, su presencia estos años ha sido testimonial. En cambio Iker Casillas, pese a su notorio declive, ha sido un fijo. Titular además hasta que un clamor nacional le excluyó del once, que no de la convocatoria.

Del Bosque es un técnico pobre en lo táctico pero buen continuador de sagas ya comenzadas. Matizó ligeramente al Real Madrid a comienzos de siglo para dar cabida al talento galáctico, que junto a la base ganadora de la Champions 1998 (Hierro y Raúl como máximos estandartes) pudo reinar en España y Europa. Cuando le tocó construir en el Besiktas le fue fatal. Con España retomó la obra de Luis Aragonés para introducir a Xabi Alonso como principal huella ganadora de su paso. Poco o nada ha aportado al juego, más allá de tranquilidad, política y laisser fare. De haberse marchado en 2012 tras completar el maravilloso triplete que comenzó Luis, se hubiera llevado el reconocimiento y aprecio generales. Ahora ha manchado su trayectoria, realzando a aquellos que pensamos que por más bien que maneje los grupos sus cualidades como entrenador son muy escasas. Desgraciadamente, la hemeroteca está a reventar de pruebas de su ineptitud. Y también de perlas como la que nos ha dejado tras la derrota de hoy: "Italia ha sido ligeramente superior a nosotros". 

Pese a todo doy las gracias a don Vicente del Bosque. Pero por favor, márchese ya. Todos nos hemos agotado. De (casi) todos.

lunes, 20 de junio de 2016

Una noche sólo para ellos

Se esperaba que Francia se afianzase un poco más ante las dudas que ha generado desde el primer día. De sus tres acompañantes de grupo, le tocaba enfrentarse al de más nivel. Por su parte Suiza, con la que quizá sea su mejor generación de jugadores talentosos, debía dar un paso adelante para demostrar a todos, pero especialmente a sí misma, que saben y pueden competir ante cualquier adversario. El 0-0 fue un tanto soso, dejando para el recuerdo los remates a los postes de Pogba y Payet, así como la buena actuación de Sommer junto al montón de camisetas rotas de los helvéticos. 

Nadie, salvo quizá los aficionados presentes en el Lille Métropole, recordarán el duelo entre los anfitriones y sus vecinos centroeuropeos. Todo lo contrario sucederá respecto al envite que tuvo lugar en el Stade de Lyon. Allí se enfrentaban Rumanía, que había mostrado un buen tono en sus dos partidos anteriores, y Albania, que sorprendentemente tuvo opciones hasta el final cuando encaró tanto a Suiza como a Francia. Entonces les pesó la inexperiencia, los nervios les traicionaron para definir ante el portero, una figura, la del guardameta, que les sumió en la tristeza al poco de comenzar el día de su debut.

Pero aún podían redimirse. Tras décadas de ostracismo primero ante el poderío yugoslavo, luego ante los diversos repuntes de Croacia, Serbia, Eslovenia e incluso Bosnia, los albanos quedaban claramente como la peor selección balcánica. Hasta Macedonia y Montenegro han tenido sus momentos. Albania no, nunca hasta la machada hace dos años cuando se impuso 0-1 a Portugal. Por más que los lusos tengan problemas crónicos de cara al gol, no dejaba de ser una sorpresa. Ahí comenzó un camino tan ilusionante como tortuoso que dio con ellos en la clasificación para el primer torneo grande de selecciones en su historia.

Hasta anoche, cuando tras las derrotas ante Suiza (1-0) y Francia (2-0), ellos soñaban con despedirse a lo grande. Un gol que celebrar, un punto que recordar, una alegría que evocar. Algo merecían, por ello pelearon cada balón como si fuera el último. La falta de calidad la paliaban con orden e ilusión, rascando tobillos, corriendo por cada pelota con desesperación. Ello llevó al momento culmen poco antes del descanso. Un balón colgado desde el sector derecho por Memushaj llegó a la cabeza de Armando Sadiku, que introdujo el balón en la portería. El error de Tatarusanu quedará como anecdótico para ellos (no tanto para los rumanos), aunque fue imprescindible para que llegase el tanto.


Las emociones se desbordaron en la grada desde ese momento. Rumanía, que puso en serios aprietos tanto a suizos como a franceses, no encontraba el modo de penetrar en la ordenada zaga albanesa. Los hombres de De Biasi se iban a dejar la vida para no encajar gol. Así fue finalmente, logrando de este modo una victoria que ya es histórica al tratarse del mayor hito jamás logrado por su fútbol. La hinchada de Albania se encuentra exultante tras lo vivido anoche. Su gran premio ha sido poder vivir junto a los suyos algo impensable hasta hace muy poco tiempo. No sólo se clasificaron: han competido cada encuentro. Lo más grande es que el triunfo podría tener un premio escondido. Pero si han pasado a octavos o no dependerá de lo que suceda en el resto de grupos. Les toca esperar hasta el miércoles. Tras décadas anhelando estar aquí, ¿qué más da otro par de días?

sábado, 18 de junio de 2016

El diablo que mata al espacio

Romelu Lukaku, autor de dos goles en la tarde francesa.

Llegaban con la clásica aura de favoritismo que suele vaticinar un golpe duro. Ya le sucedió a Inglaterra contra Rusia, así como a Austria ante Hungría. También a ellos contra una Italia que desnudó sus muchos defectos. Porque sí, Bélgica tiene mucho talento, especialmente en la zona de tres cuartos así como contundencia en su delantera, pero su desorden inicial resultaba engorroso. Tanto, que los azzurri, a priori víctimas propicias (nunca aprenderemos), les dieron un baño de realidad para imponerse con claridad y desnudar las carencias de su adversario.

Les tocaba redimirse. No únicamente a unos jugadores acomodados que suelen jugar al pie (evidente perjuicio para cualquier equipo), sino también para Marc Wilmots, empecinado en taponar a los suyos con cuatro centrales atrás y un mediocampo con más nombre que fútbol. Dicen que tras la derrota del primer día ha habido tensión en la concentración belga entre los primeros espadas y el propio seleccionador. Sea como fuere, éste último ha acabado comprendiendo que no iban a ningún lado con una alineación tan incoherente.

Así, Meunier entró en el lateral derecho en detrimento de Ciman. Fellaini, que suele aportar poco más allá de su imponente figura y su carismático peinado, dejó su lugar a Hazard, que se retrasó para que Carrasco entrase más adelante. Por último, Dembélé tomó el testigo de Nainggolan. Con menos músculo, más técnica y más cerebro, Bélgica ofreció otra cara. A ello ayudaron tanto la necesidad como la inoperancia de una Irlanda en la que Hoolalan se quedó sin socios en los que apoyarse. Solo Coleman llegaba con cierta frecuencia desde el carril diestro, insuficiente para abastecer a un solitario Shane Long.

El cambio se notó en varios aspectos claramente visibles. Dembélé batió líneas en conducción. Al fin alguien rompía la monotonía, animándose también Hazard a seguir este camino. Los desmarques de Carrasco abrieron una nueva dimensión: por fin alguien se animaba a correr, pidiéndola al espacio. Algo tan básico como esto alteró el hasta entonces oscuro panorama de los Diablos Rojos, que vieron la luz cuando De Bruyne condujo por el flanco derecho una contra letal que Lukaku transformaría en el 1-0.

Abierto el melón irlandés todo sería más sencillo. Los hombres de Martin O'Neill empezaron a dejar claros sobre el césped, dudando si atacar la posesión de su rival o si seguir esperando. Cuando iban hacia adelante, además, dudaban ante las pocas respuestas que puede ofrecer su ofensiva, más necesitada del juego directo y el balón parado que de un juego estático ante el que poco pueden hacer.  De este modo, a la hora de juego una triangulación por la derecha llevó el esférico a Meunier (gran encuentro el suyo), que le puso un caramelo a Witsel para que éste marcase de un testarazo el 2-0.

A partir de ahí fue coser y cantar para Bélgica, ya que la República de Irlanda lo intentaba con más fe que fútbol, e incluso la primera iba mermando según transcurrían los minutos. Otra contra letal, una vez más por el costado diestro y conducida ahora por Hazard, permitió a Lukaku sentenciar con sencillez. 3-0, Mertens al césped para divertirse un poco y Wilmots a rezar para que las lesiones de Dembélé y Carrasco sean poca cosa.

Los Diablos Rojos masacraron la espalda irlandesa, matándoles al espacio. A ver qué propuesta y con qué piezas nos sorprende Wilmots en el duelo definitivo ante Suecia.

viernes, 17 de junio de 2016

España se destapa

Otra gran actuación de Morata, esta vez aderezada con dos goles.
Se ha cumplido la primera semana de competición, tiempo suficiente para tomarle el pulso a la mayoría de selecciones pese a que faltan tres partidos este sábado para completar la segunda jornada. Todas las aspirantes (me cuesta darle esa consideración a Portugal y Bélgica) han jugado ya dos encuentros, si bien ninguna se ha mostrado tan convincente como España hasta el momento. Aunque hay que convenir que Italia sí ha sido tan seria como los nuestros.

La Furia, la Roja España salió desde el principio a ser protagonista de nuevo, con la circulación de balón como argumento e Iniesta nuevamente como catalizador. Un tipo que desborda casi andando, que juega como una leyenda, alguien con quien disfrutar independientemente de los colores que tiñan nuestro corazón. Perdonen la emoción, pero creo que es historia viva de la mejor época de la selección nacional, y como tal debemos homenajearle y disfrutarle.

Sería injusto no obstante echarle todas las flores a un único futbolista luego del buen tono general que ha mostrado el combinado de Del Bosque. Hoy volvieron a dejar su sello los laterales, tan profundos como ante la República Checa, acaso aún más incisivos e importantes en la parcela ofensiva. Ellos otorgan una amplitud que para sus compañeros suponen puro oro, así como para las dos líneas más ofensivas, tanto la que ya está como la que llega desde atrás.

Ante los turcos además se ha destapado un poco más Nolito. Tenía muchas ganas de lograr un gol, y lo ha conseguido. Asistió en el 1-0, desbordó en todo momento, puso la rubrica del 2-0 y aseguró un dolor de cabeza constante para sus rivales. Morata se ha entendido muy bien con él, asegurando una asociación que promete años de réditos. Dos goles además para el punta juventino, que esta vez puso el acierto a las buenas intenciones que siempre muestra.

Por su parte de Turquía poco positivo se puede decir. Tienen varios atacantes de un grandísimo talento, pero no conectan entre sí, al menos en lo que va de torneo. Se les está haciendo de noche, con la obligación ahora de imponerse a la República Checa para tener opciones como uno de los mejores terceros. Será una final tanto para los otomanos como para los centroeuropeos.

LOS OTROS
Italia no tiene ningún Baggio, Del Piero o Totti que haga magia arriba, ni un Inzaghi, un Toni o un Giuseppe Rossi (ay, las lesiones) que te maten arriba, pero siempre será Italia. Mantienen su sello clásico. Son una escuadra seria, sin aspavientos, algo que ni buscan ni necesitan. Directos por necesidad cuando no conectan Candreva ni Giaccherini, así han abierto el marcador ante Bélgica y ante Suecia. A ambas las han ganado. Ninguna les ha marcado. Ya caminan firmes hasta octavos, con la base ganadora de la Juventus sustentando una defensa magnífica, trufada de veteranos gladiadores dispuestos a batirse con quien sea para defender a los suyos.

Alemania dudó ante Ucrania pero golpeó después. No todos los debuts deben ser fáciles ni victoriosos, y para ellos no fue lo primero pero sí lo segundo, que otorga confianza. Eso sí, pese a un primer tiempo de dominio absoluto en su segundo día, ya ante Polonia, tras el descanso sus vecinos lograron desnudar sus miserias apoyados en un Krychowiak colosal que minimizó el poderío germano en la media. Arriba solo las ocasiones malogradas por Milik evitaron un sorpresón, pero Polonia tiene cara de revelación (como Croacia, que hoy se ha metido en un lío).

Inglaterra es Inglaterra, como siempre. Pincharon del dramático modo que podía esperarse de ellos ante una Rusia menor (y con muchas bajas). Luego en el derby ante Gales perdían al descanso con gol de Bale, agradecido a Joe Hart. A Hodgson se le ocurrió empezar a meter delanteros, sus laterales pusieron centros y buena voluntad pero no daba resultado hasta que Vardy igualó, prosiguiendo su cuento de hadas particular. Cuando Sturridge sustituyó a un Sterling horroroso, los ingleses sumaron optimismo. Fue a base de fe como el punta del Liverpool completó la remontada en tiempo de descuento, enloqueciendo a Rooney (¡qué futbolista!) y a los suyos. Yo no me los creo, pero es cierto que esta vez parece que les acompaña un halo especial.

Por último Francia, que siempre que organiza algo lo gana. Lo hizo en 1984 ante nosotros con el carré magique que encabezaba Platini y lo hizo en 1998 a lomos de Zidane para destrozar a la Brasil de Ronaldo. Claro que ahora no parecen un bloque tan fuerte, aunque sí convencido, y eso mueve montañas. Giroud no es de fiar, Evra, Sagna y Koscielny aseguran diversión a propios y extraños, pero ese centro del campo está hecho para batirse con el más pintado, más en lo físico que en lo futbolístico, aunque no exento de esto último. Sufrieron ante Rumanía, y más aún ante Albania, pero están en crecimiento. Y tienen a Payet inspiradísimo. Ojo a él.

lunes, 13 de junio de 2016

Iniesta es el sol

Nadie pudo con el genio albaceteño.
Y todo gira en torno a él en la selección española. El hombre de los goles emblemáticos, el que nos hizo creer que algo grande se estaba gestando con su derechazo a la escuadra en la guarida de los ingleses en Old Trafford en 2007. El mismo que nos coronó a los españoles campeones en julio de 2010 en Sudáfrica ante los Países Bajos. Y sin embargo más allá de algunos goles tan importantes como significativos, lo suyo es el control del juego.

Todos flotan en torno a él, el que inventa, el que bate líneas a la vez que aglutina rivales para generar espacios para el resto. Partiendo del interior izquierdo es el principal catalizador del juego de España, el cual bien entendido por sus presumibles compañeros de sector (Alba desde atrás, Nolito por delante) puede otorgar a la selección muchos réditos.

Él ha sido el mejor, aunque no sería justo olvidarse de la verticalidad de Nolito (el heredero de Villa), de la inquietante pero mágica paciencia de Silva, de la gran cantidad de registros que ha ofrecido Morata o del excelente momento de forma de la pareja de centrales. Que ellos hayan sido los más destacados no quita que sus compañeros hayan rendido a buen nivel también. De Gea ha respondido con sobriedad en lo poco exigido que ha estado. Juanfran ha cumplido, si bien Alba ha sido más punzante. Busquets ha barrido con su solvencia habitual, y quizá solo Cesc ha desentonado, aunque hay que reconocerle al menos el saber estar para evitar un gol cantado de los checos.

Aduriz ha aportado el gol que no marcó. Suena raro, pero me refiero a que parecía el único consciente (Morata incluido) de que este juego se trata de introducir el balón en las mallas. Ha gozado de un par de ocasiones en las que ha dejado claro que él no tiene dudas: buscará el tanto por todos los medios. A Pedro no le ha dado tiempo a demasiado. Tampoco es que Thiago haya cambiado mucho el panorama que le dejó Cesc. ¿Entonces?

Pues tuvo que ser él, en la agonía de una segunda parte monodireccional (como casi todo el encuentro), el que viera con claridad donde había que ponerla. Centro suave, medido a ese lugar al que no podría llegar a tiempo Cech pero sí uno de nuestros rematadores. Su compañero en el Barça, Piqué, la clavó contundentemente junto al poste, imposible para el inmenso portero rival. Tras muchos balones colgados, el de siempre fue el que lo vio más claro. Sobre él giramos, y a él nos encomendamos. Iniesta es el sol, el que nos da la vida.

El viernes a las 21h, siguiente asalto ante Turquía, que perdió ayer contra Croacia.

domingo, 12 de junio de 2016

Maestros ajedrezados

Luka Modric, celebrando su enorme gol.
 Son las 17h C.E.T. Acaba de concluir el Croacia 1 Turquía 0, que no pasará a la historia por ser el partido más goleador ni el más espectacular del torneo, pero sí por habernos mostrado a la selección más compacta, con las mejores ideas y más claras de lo (poco) que se lleva disputado. Aún falta que veamos a más de la mitad de las selecciones, pero tras comprobar que a Francia e Inglaterra (dos teóricas favoritas con muchísimo potencial) les queda aún camino por recorrer, los balcánicos se han mostrado como un bloque muy hecho, sabedor en todo momento de las necesidades del partido en función a su propia capacidad como a los estímulos y retos que les provocaba su rival.

La turca no es una selección sencilla. Es cierto que quedan lejos sus mejores tiempos (entraron terceros en su grupo clasificatorio, aunque superando a Holanda), pero tiene jugadores, especialmente en ataque, capaces de desbaratar el mejor de los planes en pocos segundos. Nadie duda de la calidad de futbolistas contrastados como Calhanoglu o Arda Turan, aunque ahí reside parte del gran mérito croata, ya que ninguno de ellos dejó más que detalles sin peso. La salida del prometedor Emre Mor animó a los otomanos en el tramo final, pero no pudieron hacer nada.

Croacia fue dueña y señora del encuentro. Su manejo de los tiempo en base a un centro el campo maravilloso les permitió jugar al ritmo que ellos querían cuano ellos querían y como ellos querían. Modric, Rakitic, Badelj y Brozovic otorgaron una clase magistral sobre todos los registros que debe manejar un centrocampista de élite. Los continuos desmarques y desbordes de Perisic afilaban los argumentos croatas, con Mandzukic como punta de lanza. Entre todos volvieron locos a sus rivales, perdidos en el entramado ajedrezado. 

Croacia pudo golear, pero se bastó de una espectacular volea de Modric desde la frontal para llevarse los primeros tres puntos. Con algo más de acierto hubieran resuelto antes, si bien importó poco ya que su adversario no les inquietó en demasía. Mucho ojo con los genios croatas, probablemente serán el rival más fuerte que se encuentre España en la primera fase. Un equipazo de maestros disfrazados de tablero de ajedrez.


Luka Modrić SUPER Goal - Turkey 0-1 Croatia... por SportLive2

sábado, 11 de junio de 2016

Gritar gol décadas después

Tras mucho tiempo esperando para cantar un gol así es como se festeja.
Décadas después, en tiempos de otro siglo, tras muchísimos torneos, cambios en la reglamentación e incluso en la dimensión social del juego. Di Stéfano estaba vigente, Uruguay y Hungría contaban entre las mejores del mundo, Yugoslavia y la URSS aún existían así como Checoslovaquia, pero Cruyff era el hijo de una limpiadora de Ámsterdam. Maradona aún no había nacido, y mucho menos su sucesor. El Real Madrid apenas tenía 3 copas de Europa, el desastre aéreo de Múnich que acabó con casi toda la plantilla del Manchester United sucedió unos meses antes mientras que Eduard Streltsov sería encarcelado ese año en un gulag, donde permanecería durante todo un lustro. 

Era 1958, hace 68 años, toda una vida. Es también el lapso que ha tardado País de Gales en volver a disputar un torneo importante de selecciones, es decir una Eurocopa (la primera edición sería en 1960) o un Mundial, ya que disputaron el de aquel año para no volver a jugarlo más hasta la fecha. En aquella ocasión alcanzaron los cuartos de final, donde les eliminaría Brasil camino de su primer entorchado. Un imberbe Pelé anotaría en único tanto aquella tarde en Norrköping. Pero había sido unos días antes, en un desempate ante Hungría para obtener el billete a cuartos, cuando los galeses gritarían su último gol en el panorama internacional en mucho tiempo. 

Los magiares, invadidos tiempo antes por los soviéticos, vieron como muchos de sus mejores jugadores abandonaron el país en busca de un mejor porvenir. Por ello jugadores como Puskás o Kocsis no estaban ya, a la vez que se estaba dando un relevo generacional. En cambio Gales se presentaba sin complejos ni nada que perder. Había hecho una buena fase de grupos, debutando con empate ante los propios húngaros, para después hacer lo propio ante Suecia y México. Al igualar a puntos con Hungría debieron disputar un desempate en el que el cuadro centroeuropeo se adelantó gracias a un tanto de volea obra de Lajos Tichy. En el segundo tiempo Allchurch igualaría el envite con un zurdazo espectacular, logrando Medwin voltear definitivamente el marcador en el 77' al aprovechar un error de entendimiento entre el mítico Grosics y su defensa.



Esta noche veremos bastantes veces repetido en la televisión el tiro libre de Bale con el que rompió la maldición galesa, pero aquí os dejamos el último tanto que lograron antes de que la mayoría (si no todos) los que leerán este post hubieran nacido. Desde este rincón en el que tanto amamos el fútbol, historias así nos congratulan con el mismo. Sea como sea la trayectoria de los británicos en el recién comenzado torneo, no nos queda otra que felicitar a Gales, ya que pocas cosas hay más emocionantes en el esta vida que gritar un gol tanto tiempo esperado.

OPINIÓN: Sobre naturalizados y descendientes en selecciones nacionales

Shaqiri, el mejor de Suiza (descendiente de albanos), en el partido de hoy
Originalmente esto viene de varias conversaciones cruzadas en Twitter. No obstante, la imposibilidad de exponer con amplitud una serie de pensamientos al respecto me lleva a escribir algo breve pero que creo necesario estos días que vuelven a estar en boga las selecciones nacionales ante la disputa de la Copa América y la Eurocopa de Naciones. Pero sobre todo a raíz del Albania-Suiza que se disputa mientras escribo estas líneas.

¿Por qué? Básicamente porque Shaqiri, Dzemaili, Mehmedi, Granit Xhaka y Behrami, de raíces albanesas, han comenzado el partido jugando ante la patria de sus antepasados. Esto no es que me parezca mal, mas bien es que no me gusta, que no es lo mismo. Paso a explicar mis razones hablando en términos generales, no solo respecto al choque mencionado:

La principal, que para mi se desnaturaliza el sentido de "selección nacional". Si un combinado patrio reúne lo mejor de ése país, ¿lo son los brasileños que jugaban al fútbol sala para Italia o para Kazajistán los últimos años en los Europeos de la modalidad? No hablo de uno o dos, sino de una legión que copaba aquellas escuadras. Eso es algo que espero no ver nunca en la mía, ya que, ¿qué sentido tendría apoyar a un plantel en el que todos nacieron a miles de kilómetros de distancia? Eso sería un combinando internacional, pero no España. Y sin identificación ni raíces se pierde el sentido.

En el caso que nos ocupa, además se debilita a un tercero que hoy está frente a ellos y que probablemente tendría más posibilidades siendo más fuerte con esos cinco jugadores que enfrentándose a una selección que se vale de su talento, y que sin ellos seguramente sería más débil.

¿Es respetable lo que hace Suiza? Sí, y también legal. Otra cosa es compartirlo, especialmente para aquellos a los que no nos cae bien un país con el que tengo relación al tener ahí familia política, que he visitado varias ocasiones y en el que no me he sentido bien tratado al no tener su acento (hablo italiano, alemán y francés) pero sobre todo al ser un no suizo, o un pobre españolito, como les gusta catalogar a todos lo no nacidos en aquellas tierras. Ellos, que siempre se han nutrido de gentes de todo el mundo para mantener engrasada su maquinaria multicultural, que son una nación tan modélica en tantas cosas, son también unos cínicos que apoyan a un equipo en el que casi no hay 'suizos' a la vez que violan el Acuerdo de Schengen que permite la libre circulación de trabajadores europeos dentro de las fronteras continentales, incluidas las suyas, que para ello lo firmaron en su momento.

El gol decisivo, las uvas (?) de Berisha.
Ojo, escribo esto sin olvidarme de jugadores que en el último cuarto de siglo jugaron mundiales y/o eurocopas durante años con mi selección, como Pizzi, Donato, Pernía o mi adorado Marcos Senna. Sin embargo, creo que no es exactamente lo mismo, básicamente porque uno o dos futbolistas pueden representar una parte residual de un equipo, mientras cinco jugadores, todos ellos de campo y además titulares, representan la mitad de un equipo, y sin pretender reducir esto a números ni a porcentajes, creo que todos estaremos de acuerdo (o eso supongo) en que habiendo casos y casos, una cosa es tener un jugador nacionalizado (o nacido ahí siendo hijo de inmigrantes) y otra que la base de tu selección no tenga demasiado que ver con la misma.

Dicho lo anterior, Suiza ha vencido 1-0 a Albania gracias a un testarazo de Fabian Schär al comienzo del partido. Un error garrafal de Berisha propició el tanto helvético. Curiosamente, luego el propio portero albano ha tenido una actuación colosal, pero su fallo privó a los suyos de un empate que es lo mínimo que han merecido. Aún así sería injusto cargar en él toda la responsabilidad de una derrota a a todas luces injusta. La selección balcánica ha tenido hasta tres mano a mano para al menos igualar un encuentro que disputaron con 10 hombres tras la tonta expulsión de Cana a la media hora del primer tiempo. Sin duda, es el camino a seguir para los hombres de Gianni De Biasi, cuya presencia ya es histórica, habiendo sido su actuación inolvidable para los suyos pese al desacierto en ambas áreas. Suiza en cambio tendrá que mejorar mucho sus prestaciones si quiere mejorar su historial en un torneo en el que generalmente no les va bien. Jugando como hoy tendrán difícil hacerlo.

domingo, 8 de mayo de 2016

Esclavo del fútbol


En la vida hay condicionantes que te obligan y otros a los que te agarras con fuerza, también suponiéndote esfuerzos adicionales, aunque quizá menos fastidiosos por haberlos escogido uno mismo. Todos necesitamos trabajar para poder sustentar unas necesidades básicas, por tanto generalmente sabemos qué días y a qué horas no estaremos disponibles para algo que no sea tratar de sobrevivir en la salvaje sociedad occidental, ya que las personas normales ni cobramos mucho ni podemos permitirnos demasiados lujos, eso los 'privilegiados' que podemos trabajar en países corruptos hasta la médula, con desigualdades entre estratos potenciadas desde las cúpulas que acumulan poder y riqueza fomentando una brecha insalvable e insostenible a costa del contribuyente. 

Me estaba yendo por las ramas, pero creo que ha quedado claro que ya vivimos demasiado enfocados a trabajar como para no desestresarnos haciendo lo que más nos guste el resto del tiempo (el que nos permite la familia y otros menesteres). En mi caso mi refugio siempre ha sido el fútbol, con el problema particular de haber volcado demasiado mis intereses, gustos y emociones sobre él. También mi tiempo, e incluso planes futuros.

Hace meses cuando planeaba mi boda visité junto a mi chica un lugar que nos encantó. En seguida supimos que ése sería el lugar. Faltando menos de un año para el enlace era difícil encontrar una ubicación que nos encantase, que cumpliera nuestros requisitos y que tuviera una fecha disponible. Entre ellas estaba el 28 de Mayo. Sin embargo antes de llegar hablé con ella diciéndole que ése sábado no podía ser ya que es la final de la Champions, e incluso aunque yo me abstrayera, muchos invitados no lo harían. Será dos meses más tarde, sin compromisos futbolísticos de por medio. Ese día, por cierto, uno de mis mejores amigos, hincha del Atlético de Madrid, acude a una boda para la cual viaja desde la otra punta del país. Hace tiempo le dije que ése día sería la final... hace poco volví a escribirle recordándoselo. Obviamente está jodido.

A principios de temporada echo un vistazo al calendario, como todo el mundo. No solo me interesa cuando mi equipo disputa los duelos de máxima rivalidad o cuando se enfrenta a los más poderosos. No. Me grabo el calendario, sabiendo que por lo general tal o cual fin de semana en función al horario que establezca la Liga no estaré disponible para nada. Ese día, el fútbol marcará mi agenda. Si voy a comer a casa de mis padres o de mis suegros debe ser después del partido o con la antelación suficiente. En su defecto, saber que puedo verlo allí sin interferencias ni molestia alguna, en un ambiente amigable.

Lo mismo para viajar (por cierto, cuando fui a Argentina fue por fútbol, igual que mi primera vez en Austria). Lo mismo para planificar los fines de semana. Sé que quiero estar en casa el viernes a medianoche porque juega Racing Club. O el sábado tras la sobremesa porque hay un Real Madrid-Atlético previo al Málaga-Betis. Luego quizá juegue el Inter, o con suerte el domingo a mediodía, quizá incluso a la hora de cenar. Todo ello si no hay un partidazo de la Premier, del Brasileirao o algún otro. Obviamente no los veo todos porque quiero y necesito hacer vida social. Y porque tengo una relación que mantener y sé que esto del balón es enfermizo. Pero no desconecto. Veo un rato por el iPad o el móvil, sigo los marcadores por Livescore, entro en Twitter para ver como se está desarrollando la jornada.

Afortunadamente entre semana la gente trabaja, por lo que tiene menos ganas de citarse de noche. En caso contrario nos vemos en mi casa, que hay Champions o Europa League. Aunque la faena gorda llega cuando se disputa la Copa Libertadores. Siento dolor, y hablo de verdad, por no haber podido disfrutar en directo de la mayoría de los encuentros de Racing en la competición este año, sobre todo la eliminatoria ante Atlético Mineiro. Cuando lo he visto al día siguiente lo he pagado físicamente con el agotamiento durante una dura jornada laboral, pero he sentido la alegría de haber estado cerca de los míos. Otras veces mi cerebro me despierta en mitad de la madrugada, cuando miro en el móvil como va o como ha quedado la Academia. Saberlo me alivia, aún en la derrota, pero me atormentan días como el pasado miércoles. Hubo Champions, y tras ella me esperaba la cama ya que ocho horas más tarde debía madrugar. Racing se la jugaba a las 2:45am, y yo debía levantarme cuatro horas más tarde...con todo el dolor tuve que renunciar. Perdimos, y me jode lo más grande haberme despertado con esa noticia. Descansé, pero no es consuelo por no haber podido acompañar a los míos.

Esa es otra. Mi enfermedad es poliédrica. Aunque descanso en los infumables periodos de partidos amistosos (ya sean de clubes o selecciones), sigo a varios equipos. En España es más fácil, e incluso en Italia, pero cuando se trata de Latinoamérica los horarios son un horror. Cuando trabajaba como periodista era más o menos llevadero, entre otras cosas porque tenía la excusa ante la necesidad de conocer, de estar informado. Pero querer ver un encuentro de Botafogo, de Peñarol o de Chivas a veces es imposible. Por no hablar cuando intento ver también al Benfica, al St.Étienne, enganchar de algún modo al Torpedo de Moscú, al Young Boys, al Ajax, al Celtic, al Estrella Roja o al Anderlecht.

Además una vez por semana organizo un partido con mis amigos. Alquilo una canchita, hablo con todos para acordar un horario, formo los equipos y busco los sustitutos en caso de ser necesario. Cuando pasé unos años entre Irlanda, Austria y Madrid mis colegas dejaron de jugar. Al poco de regresar a mi idílica Málaga reorganicé todo, por lo que desde entonces siempre jugamos, con un breve receso en Navidades y otro parón en verano para no asfixiarnos. Esa tarde es solo para el partido, porque nada más salir del trabajo llego a casa, meriendo fuerte, me cambio y me marcho para aparcar en un buen lugar, calentar con tiempo y recibir a todos. No cambiaré jamás el partido con ellos, y a mis 32 años espero que aún me queden un par de décadas de fútbol en las piernas.

La realidad es que ya rara vez veo más de dos partidos el fin de semana, y cuatro como mucho a la semana, aunque en los últimos tiempos he llegado a pasar alguna semana completa sin ver ningún envite (pero sí resúmenes y resultados, siempre). Quizá es que la madurez, crecer, es en parte dejar nuestra parte infantil que más disfruta con el juego. Recalco, en parte, que no es cuestión de morir del todo.

¿Soy el único enfermo de este tipo? ¿Alguno (o alguna) le sucede lo mismo?

jueves, 31 de marzo de 2016

Arranca la Allsvenskan 2016



Este fin de semana comienza la Allsvenskan aunque la temporada en Suecia ya empezó hace un mes con las eliminatorias de Copa, que han deparado una final entre el Malmö y el Häcken que se disputara en el Swedbank Stadion de Malmö el 5 de mayo, aparte del titulo copero estará en juego un puesto en la Europa League 2016/17. Para abrir boca en la primera jornada hay un plato fuerte además como partido inaugural, Malmö-Norrköping que ya se enfrentaron hace poco en cuartos de final de la Copa con victoria local y fue el partido de la última jornada de la Allsvenskan pasada que otorgó el titulo a los visitantes.


El histórico Norrköping defiende el sorprendente titulo de Liga logrado la temporada anterior en la que no partía entre los favoritos, en la Allsvenskan de 2014 había acabado decimosegundo cerca de los puestos de descenso y su última Allsvenskan se remontaba a 1992. Mantiene a jugadores claves como el capitán Johansson, el islandés Traustason y el goleador Kujovic que es uno de los pocos jugadores que militan en la Allsvenskan que tiene serias posibilidades de ir a la Eurocopa con la selección sueca, sus fichajes más destacado son el defensa islandés Fjoluson (Sundsvall) y el delantero Andersson (Djugardens), pero ha perdido un jugador importante como Fransson que ha fichado por el Basilea. Veremos como le afecta su participación en la Champions League y si puede emular al Malmö llegando a la fase de grupos.

Segundo la temporada pasada fue el Göteborg al que tres empates en las últimas cuatro jornadas le alejaron del titulo tras ser líder la mayoría del torneo. Una Allsvenskan ganada en 2007 en los últimos veinte años es un pobre bagaje para uno de los grandes del país. Esta temporada ha empezado mal cayendo en la fase de grupos de la Copa ante equipos de Segunda División, evitando que pudiera revalidar los títulos de Copa de 2014 y 2015, sus únicas alegrías estas últimas temporadas. La gran novedad es el retorno de Tobias Hysen tras su aventura china, un delantero contrastado, que asegura goles y que debe formar un buen tándem con el joven Engvall. Camino contrario ha seguido el mediocentro Gustav Svensson que ha fichado por el Guangzhou R&F.

El Malmö fue la decepción liguera la pasada temporada donde solo pudo acabar quinto pagando su brillante campaña europea que le hizo llegar por segunda vez consecutiva  a la fase de grupos de la Champions, hito en el fútbol sueco. Campeón en 2013 y 2014, esta temporada se vuelve a presentar como uno de los grandes favoritos con quizás la mejor plantilla de la Liga, a los Yotun, Arnason, Adu, Lewicki, Inge Berget, Eikrem, Rosenberg y Molins por fin recuperado de las lesiones, se han unido el centrocampista danés Christiansen y un buen delantero como el islandés Kjartansson. Aunque la principal novedad se encuentra en el banquillo con el fichaje del danés Allan Kuhn que sustituye al noruego Ahe Hareide que ha pasado a ser seleccionador danés.

Otro de los grandes como el AIK sí estuvo en la pelea del titulo casi hasta el final, termino tercero logrando plaza para la próxima Europa League. Para este curso ha sufrido dos bajas muy sensibles en la delantera con la marcha de Goitom (Getafe) y Bangura (Dalian Yifang), para intentar suplirlos han llegado los delanteros Avdic (AZ) y el finlandés Markkannen que ya estuvo hace dos años con buen rendimiento antes de su extraño paso por el Real Madrid Castilla, y a última hora también llega cedido el joven delantero Strandberg del CSKA Moscú. Siguen veteranos como Johansson, Etuhu o Ishizaki.

El Elfsborg campeón en 2012 es un clásico de la zona noble de la Allsvenskan, el año pasado acabó cuarto quedándose a la puertas de las competiciones europeos, pero eso está temporada le puede favorecer al centrarse solo en la Liga. Afronta la temporada tras la retirada del eterno Anders Svensson, una autentica leyenda del club y del fútbol sueco, también ha perdido al prometedor Arber Zeneli traspasado al Heerenveen y al defensa Holmen fichado por el Dinamo Moscú. Por el contrario ha cerrado dos buenos refuerzos con los fichajes del defensa noruego Horn y el delantero Prodell tras estar cedido el año pasado. Victor Claesson seguirá siendo un jugador fundamental.

Bastantes cambios en los capitalinos del Djugardens destacando la llegada cedido del delantero tanque Mathias Ranegie que debe aportar bastantes goles, y paliar la marcha del delantero Mushekwi al fútbol chino. Además han realizado otras apuestas bastante más exóticas como el keniata Olunga, el sudafricano Mayambela, el zimbabuense Kadewere y el surcoreano Moon Seon-min. Ha perdido un jugador importante como el defensa Bergström que se ha ido al Rubin Kazan.

El otro equipo de la capital el Hammarby que sufrió la pasada campaña para asegurar la permanencia tras ascender en 2014 debe dar un paso adelante, en la Copa alcanzó las semifinales eliminando a sus dos grandes rivales locales como el AIK y el Djugardens. Kennedy Bacirkioglu seguirá tirando del carro a la espera de cómo responden los nuevos fichajes aunque Smarason y Hallberg tienen muy buena pinta mientras los brasileños Romulo y Alex son una incógnita. Lo que tiene asegurado es el apoyo de su afición en el Tele 2 Arena.

El Häcken puede ser una de las sorpresas como ya ha mostrado en la Copa alcanzando la final, un club modesto pero que suele acertar en los fichajes sobre todo en sus jugadores de ataque. Importante el retorno del delantero brasileño Paulinho que ya estuvo entre 2007 y 2010, y que se ha hinchado a meter goles en la Copa. Del HJK llegan dos jugadores a tener en cuenta como el internacional finlandés Schuller y el delantero gambiano Demba Savage.

El Helsingborg lleva dos temporadas un tanto mediocres quedándose en mitad tabla, lejos de los puestos que ocupaba no hace tantos años, en 2011 firmó un doblete histórico. Sigue al frente del equipo el mítico Henrik Larsson que hasta ahora como técnico no ha tenido los mismos éxitos que como jugador. Además ha perdido jugadores importantes como el portero Hansson (Feyenoord), Boateng (Galaxy), Prica (Maccabi Petah Tikvah), Uronen (Genk) y Simovic (Nagoya Grampus), y los fichajes tampoco son demasiado deslumbrantes, una incógnita su temporada.

Los hermanos Elm (Rasmus, Viktor y David) y el goleador Antonsson intentaran que el Kalmar no pase tantos apuros como la temporada pasada cuando quedo solo un puesto por encima de la promoción de descenso. De los refuerzos destaca el defensa chileno Biskupovic procedente de la Universidad Católica.

El Örebro gracias a un gran final de temporada escapo de la zona de descenso hasta terminar noveno. Ha fichado al defensa Almeback y al delantero Sema, y mantiene a Ajdarevic como jugador más destacado. En el Gefle confiaran en los goles de Johan Oremo para no pasar demasiados apuros, clave la temporada pasada con 12 tantos, su fichaje más destacado es el finlandés Skrabb. El GIF Sundsvall ha traspasado a varios jugadores importantes como Nilsson (Elfsborg) y Fjoluson (Norrköping), su principal fichaje es el islandés Steindorsson procedente del Columbus Crew de la MLS. El Falkenbergs tuvo que jugar el play-off de descenso la temporada pasada contra el Sirius, salvándose por los pelos. Ha traspasado a Wede y Eriksson al Helsingborgs, y llegan Pelvas (SJK)  buen goleador en la Veikkausliiga y Nazari (Malmö). El inglés Araba y el jovencísimo delantero Nilsson jugadores a seguir.

Los recién ascendidos son el Jönköpings Södra y el Östersunds, que tendrán como único objetivo la permanencia.  Al Jönköpings ha llegado como refuerzo más destacado el polaco Cibicki que llega cedido del Malmö mientras en el Östersunds llama la atención el fichaje del defensa internacional etíope Walid Atta y la llegada también como cedido del portero inglés Blackman (Chelsea).

Se trata de un año muy especial en el fútbol sueco porque su selección va a participar tanto en la Eurocopa de Francia como en los Juegos Olímpicos al ser la actual campeona de Europa Sub’21 con muchos jugadores que militan en la Allsvenskan.